Hablábamos anteriormente que crecer tu negocio también es parte de soñar en grande, si tienes un sueño, tienes una posibilidad de que se convierta en realidad, ¿cuál serÃa esa posibilidad si ni siquiera tuvieras el sueño? Pero los sueños deben convertirse en metas y las metas sólo se logran armando un plan para ello y finalmente poniéndolo en acción, es increÃble cómo las personas pasan más tiempo planeando su boda que su vida o la vida de su negocio. Todo piloto antes de despegar debe tener un plan de vuelo, si estás arriba del avión ¿te gustarÃa que tu piloto tuviera un plan siempre o sólo a veces? El 100% de las veces, ¿cierto? En los negocios, debemos tener metas y planes todo el tiempo y celebrar cada uno de los logros que tengamos,¿Cuál es tu meta de utilidades para este mes? ¿Cuál es tu plan para lograrlo?
Asegúrate de tener tu plan de crecimiento por escrito pues si sólo está en tu cabeza, ¿adivina quién es el único que lo puede ejecutar? ¡Tú! Si quieres que alguien más haga el trabajo por ti, debes tener claramente todo por escrito y saber transmitirlo. El mejor trabajo es aquel que realizas una sola vez y cobras por siempre, por eso, creo que un buen modelo de crecimiento para tu negocio podrÃa ser convertirlo en franquicia, si lo piensas, tendrás que poner esfuerzo, tiempo y dinero una sola vez, cuando logres tener un modelo de negocio replicable, podrás venderlo tantas veces como el tamaño de mercado te lo permita y cobrarás todas y cada una de esas veces, además de tener un ingreso pasivo a través de regalÃas, ¿suena bien, no?
Cuando una empresa se vuelve pública y ofrece una participación al público inversionista, se debe constituir un consejo de administración, que tiene el poder de despedir al dueño si es quien funge como director general y no hace bien su trabajo, asà que si aún no tienes un consejo de administración, tendrás que verte tú mismo al espejo y decirte: ¡Haz crecer tu negocio o estás despedido! O puedes dejarte acompañar por un ActionCOACH que te lo diga más a menudo…
¡Ponte en acción, ahora!
Reflexiones finales:
¿Tienes por escrito y bien definidas tus metas personales y de negocio?
¿Tu equipo de trabajo las conoce? O quizás armar un equipo de trabajo sea una de ellas
Si fueras no el dueño sino el director general de tu negocio y le tuvieras que rendir cuentas a un consejo de administración ¿ConservarÃas tu empleo?
¡Haz crecer tu negocio, o estás despedido!